Establece límites claros y seguros con tu pareja antes de comenzar cualquier práctica de bondage. Es importante que ambos estén completamente de acuerdo y se sientan cómodos con lo que están haciendo.
Utiliza siempre palabras seguras para comunicarte durante la sesión de bondage. Acuerda una señal de seguridad que indique que debes detenerte inmediatamente si tu pareja no se siente cómoda o segura.
Investiga y aprende sobre las técnicas de bondage antes de intentarlas. Es importante conocer los nudos y las posiciones adecuadas para evitar lesiones.
Asegúrate de tener a mano herramientas de liberación rápida, como tijeras de seguridad, en caso de que sea necesario liberar a tu pareja de manera urgente.
Experimenta con diferentes materiales y juguetes eróticos para añadir variedad y emoción a tus prácticas de bondage.
No te olvides de aftercare. Después de una sesión intensa de bondage, es importante brindar a tu pareja cuidados y mimos para ayudarle a relajarse y recuperarse.
Mantén siempre una comunicación abierta y sincera con tu pareja para discutir qué funcionó bien y qué podría mejorarse en tus prácticas de bondage. La retroalimentación es esencial para mejorar y fortalecer la conexión entre ustedes.